domingo, 29 de noviembre de 2015

Marcha por la Paz en El Puerto de Santa María, 28 de noviembre de 2015

Ayer miembros de la Asociación de Antiguos Scouts y Guías de la provincia de Cádiz participamos en la MARCHA POR LA PAZ en El Puerto de Santa María, correspondiendo así al llamamiento realizado por Scouts Católicos de Andalucía.

Recorrimos las calle de El Puerto desde la Plaza de Toros hasta la Plaza de Isaac Peral donde se leyó un MANIFIESTO cuyo texto es el siguiente:

Desde Scouts Católicos de Andalucía, al igual que una gran parte de la sociedad, queremos sumarnos a los mensajes de apoyo y solidaridad hacía todas las personas que huyen de sus países a causa de la guerra, la violencia y las persecuciones.

Ante semejante crisis humanitaria, solo podemos rechazar, una vez más, la violencia y luchar por la vida de todas y cada una de las personas, una vida digna y en paz. La única forma de evitar que las personas deban abandonar sus países, su tierra y su familia es poniendo fin a los conflictos armados, a la violencia por motivos políticos y religiosos, fomentar la igualdad entre culturas, apostar por el diálogo y promover una sociedad más justa.


Creemos que es el momento de abandonar prejuicios y estereotipos, huir de los fanatismos y recapacitar. Olvidar que son números en un reparto entre Estados y recordar que son padres, madres e hijos, familias enteras, personas.

Por otra parte, es conveniente no caer en modas y lo que se denomina como temas de actualidad, ya que existen infinidad de conflictos olvidados, en los cuales decenas de miles de personas se ven forzadas a abandonar sus hogares. Familias que ponen en grave peligro su vida, expuestas a condiciones especialmente adversas, que deben luchar con las fronteras naturales y políticas en busca de paz.

Entre todos, debemos seguir luchando por eliminar la desigualdad social y económica, debemos seguir trabajando por construir una sociedad más solidaria y unirnos para evitar el sufrimiento de millones de familias. A la vez, es fundamental dejar de lado la hipocresía de preocuparnos exclusivamente cuando nos afecta de forma directa y olvidarnos cuando suceden en otros lugares de nuestro planeta.

Quizás, debemos ser más solidarios y generosos que nunca, ofrecer una esperanza y dejar a un lado temores. Una vez más debemos estar unidos y listos para servir.

“Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; fui forastero y me recogisteis; estuve desnudo y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel y fuisteis a verme” (Mt 25, 35-36)